Sin embargo, si perseveras y dejas de pensar, la muñeca se calienta y los trazos comienzan a ser más rápidos y a tener más fuerza. Debe entrar en juego aquel hemisferio del cerebro que se encarga de estas cosas, porque lo que soy yo, ni me entero; antes de darme cuenta van apareciendo cosas interesantes, y entonces lo divertido es escoger los detalles que más te gusten y profundizar en ellos.

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